"Porque Cristo nos ha escogido para que seamos amigos, porque Cristo nos ha designado para producir fruto duradero, porque Cristo nos ha ordenado amarnos unos a otros; con la ayuda de Dios decimos con confianza: Queremos permanecer juntos.

En 1998, la 8ª Asamblea se reunió en África del Sur en un contexto marcado por una historia de injusticia y luchas por la liberación. Pese a recientes desacuerdos entre las iglesias, el tema de la Asamblea

"Buscad a Dios con la alegría de la esperanza" caracterizó el nuevo compromiso de las iglesias miembros del CMI cuando éste celebraba su quincuagésimo aniversario."

• pidió un foco de atención especial del CMI en África a principios del siglo XXI;
• expresó su apoyo a las iglesias miembros del CMI en África mientras trabajan por crear una sociedad justa, para "superar el azote del VIH/SIDA" y para establecer "valores éticos apropiados en el trabajo, el gobierno y la gestión";
• urgió a las iglesias miembros a que trabajaran a través de sus gobiernos y de las organizaciones de las Naciones Unidas para alentar el respeto a los derechos humanos, la promoción de un orden económico alternativo, el alivio de la deuda, la reducción del comercio de armas y la paz con justicia en el Sudán, la región de los Grandes Lagos y otras áreas de conflicto;
• aprobó un documento de fondo sobre el Sudán, que resumía la historia del conflicto presente y de las iniciativas de paz del CMI, y que apoyaba los esfuerzos en marcha de construcción de la paz por parte del Foro Ecuménico del Sudán y la Agencia Intergubernamental para el Desarrollo.

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Informe oficial de la Asamblea de Harare