Al comienzo de la Asamblea, se designa una serie de comités. Estos comités son responsables de la preparación de la mayor parte del trabajo sobre el que decidirá con posterioridad la Asamblea. Los comités examinan el trabajo desde la última Asamblea, proponen las prioridades programáticas futuras y emiten declaraciones sobre temas de interés público. Los comités también preparan la elección de los nuevos órganos rectores y emiten un mensaje público desde la Asamblea. A partir de la lista de delegados y delegadas presentada por las iglesias miembros, los comités central y ejecutivo preparan los nombramientos para cada uno de estos comités.
Durante la Asamblea, trabajaron ocho comités:
Discutió las finanzas del CMI de los últimos siete años y los proyectos financieros para el período próximo, y propuso las líneas generales en lo que respecta a asuntos financieros para que sean seguidas por el nuevo comité central.
Compuesto por los miembros de la Mesa, los presidentes y otros delegados de la Asamblea, el comité coordinó el trabajo diario y el orden del día de la Asamblea. Entre sus miembros, hubo representantes de todos los demás comités de la Asamblea.
Responsable de la rica vida espiritual de la Asamblea, el comité organizó el culto diario preparado por el Comité de Cultos de la Asamblea y coordinó otros servicios de oración durante la Asamblea.
Presentó recomendaciones para la decisión de la Asamblea sobre la base de los informes del moderador y el secretario general, las relaciones con las iglesias miembros y otros asociados, y examinó las enmiendas a la Constitución y al Reglamento del CMI.
Examinó la evaluación y los informes desde la octava Asamblea, y preparó y presentó para la aprobación de la Asamblea un informe que expuso recomendaciones para el trabajo futuro.
Preparó y presentó para su aprobación declaraciones provisionales sobre temas seleccionados de interés internacional, en especial, el compromiso ecuménico en la construcción de la paz, los derechos humanos y la justicia.
El comité estuvo compuesto por delegados y, sobre la base de las recomendaciones de las iglesias miembros y las reuniones regionales de delegados, realizó propuestas para la elección de los presidentes y los nuevos miembros del comité central de entre los delegados.
El comité emitió y presentó para la aprobación de la Asamblea un texto que recogió la experiencia y las esperanzas de los reunidos en Porto Alegre. Elobjetivo de este mensaje fue servir de inspiración a los cristianos y las iglesias en su compromiso ecuménico, y ofrecer un testimonio cristiano claro y convincente para el mundo en general.
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