Estimados participantes:
En nombre de la comunidad de iglesias, bienvenidos al proceso de preparación y oración por la 9ª Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias.
Como ustedes saben, la Asamblea tendrá lugar en Porto Alegre, Brasil, con el tema "Dios, en tu gracia, transforma el mundo". El tema nos orientará en la oración y enmarcará nuestras deliberaciones sobre cuestiones como el futuro del movimiento ecuménico, nuestra apuesta por la justicia económica, nuestro testimonio para superar la violencia y los retos con que nos enfrentamos en medio de la pluralidad religiosa.
Las asambleas son a menudo puntos de inflexión en la vida del Consejo Mundial de Iglesias, y esta Asamblea dejará indudablemente su señal en la historia ecuménica.
Esta Asamblea será la primera que tenga lugar en América Latina. Los testimonios de las iglesias y los desafíos planteados a las sociedades en todo el continente condicionarán nuestro trabajo en Brasil. Habiendo visitado la región a fines de 2004, fui testigo de una gran esperanza de renovación política y económica cuando tanta gente se esfuerza por curar las heridas de decenios de regímenes militares. Asimismo, la trayectoria ecuménica de las iglesias protestantes, pentecostales y católica en América Latina deben animar a las iglesias de otras regiones a otear nuevos horizontes ecuménicos.
La Asamblea estará marcada también por una llegada a la mayoría de edad entre los miembros del Consejo. Siguiendo la opinión de la Comisión Especial sobre Participación de los Ortodoxos, los delegados emprenderán un proceso de toma de decisiones por consenso, buscando nuevas maneras de llegar a acuerdos sobre declaraciones y acciones importantes de la Asamblea. Análogamente, el debate de los últimos años sobre ecumenismo en el siglo XXI' indica que las obras en común, más bien que la común cualidad de miembros, serán el sello distintivo de nuestro futuro ecuménico.
Mi esperanza es que esta Asamblea congregue a más jóvenes que cualquier convocatoria anterior del Consejo Mundial de Iglesias. Al preparar la Asamblea, hemos tratado de reforzar la participación de adultos jóvenes, reconociendo que el futuro de nuestro movimiento depende en gran medida de su liderazgo.
La Oficina de la Asamblea les mantendrá al corriente de las disposiciones prácticas y de las cuestiones relativas al programa e la Asamblea. En espera de darles la bienvenida a la Asamblea,
Suyo en Cristo,
Rev. Dr Samuel Kobia
Secretario General