Desde principios del siglo XX, una notable característica constante del moderno movimiento ecuménico ha sido la presencia pero también el malestar de las iglesias ortodoxas. En casi todas las reuniones de dimensiones mundiales hasta los primeros años noventa, los ortodoxos se creyeron obligados a emitir declaraciones separadas para exponer graves reservas, doctrinales y de otro tipo. Por diversas razones, el descontento de los ortodoxos con algunos aspectos del CMI y las tensiones intraortodoxas respecto a la integración en una comunidad mundial de iglesias hicieron crisis en los últimos años noventa, justo antes de la 8ª Asamblea del CMI en diciembre de 1998. La Comisión Especial, creada en la Asamblea, fue una respuesta directa a esa crisis. Trató no solo de mitigar simplemente las preocupaciones del momento, sino también de resolver las viejas cuestiones de manera más duradera y profunda.
Tras presentar su informe final al Comité Central del CMI en 2002, la Comisión estableció un Comité Permanente sobre Participación de los Ortodoxos en el CMI, con un Comité de Dirección para desempeñar esta función hasta la próxima Asamblea. Considerando que el proceso de la Comisión Especial constituía un esfuerzo importante del CMI entre Harare y Porto Alegre, se decidió buscar maneras de reforzar la comprensión y la recepción del informe de la Comisión Especial en la 9ª Asamblea.
Más información y vínculos
Sitio web de la Comisión Especial
Informe final de la Comisión Especial (agosto-septiembre de 2002)