Kobia desafía a fortalecer el testimonio en común de las iglesias

Más artículos y fotos gratuitas en

www.wcc-assembly.info

Fortalecer el testimonio en común de las iglesias y el diálogo interreligioso para enfrentar de manera conjunta los problemas que afectan a la comunidad humana en el día de hoy fue uno de los desafíos expresados por el secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), pastor Dr. Samuel Kobia, al presentar su informe ante la IX Asamblea, que se realiza en Porto Alegre, del 14 al 23 de febrero.

En su informe, Kobia se refirió a los temas que deben marcar la agenda de este organismo ecuménico. Con una invitación a encontrar formas creativas de trabajo, consideró importante que la Asamblea determine los principales desafíos y prioridades a los que las iglesias deben hacer frente en todo el mundo por medio del Consejo Mundial de Iglesias, que es su instrumento común.

Entre las prioridades a tener en cuenta manifestó que deben abrirse nuevos espacios para profundizar las relaciones interreligiosas y llevar adelante una acción comprometida con la justicia transformadora y los valores éticos y morales necesarios para hacer realidad el mensaje de esperanza que las iglesias deben predicar hoy.

En esta búsqueda consideró imperativo el diálogo y la cooperación, destacando "la urgencia de la acción interreligiosa" con una visión amplia e inclusiva. En este sentido, enfatizó que "los contactos entre creyentes de distintas religiones, entablados mediante un paciente diálogo durante tiempos de paz, puede impedir en tiempos de conflicto que la religión sea utilizada como un arma".

"La visión de muchos actualmente es que la oikoumene de Dios incluye no sólo a los cristianos sino también a los creyentes de otras religiones", agregó. Pero también manifestó que toda intervención en favor de la construcción de la paz debe estar acompañada de una disciplina espiritual, con el fin de "inspirar y conformar nuestras acciones individuales y comunes".

Una de las imágenes que cruzó todo el informe de Kobia fue la de la fiesta de la vida, concepto que consideró base espiritual del movimiento ecuménico. Pero este acontecimiento no es una fiesta social, sino una celebración de la vida que, a veces, puede estar cargada de dolor. "La fiesta de la vida nos invita a todos a la casa de Dios, a vivir el sufrimiento de otros, a sentir que formamos parte de la frágil e imperfecta comunidad de la humanidad", explicó.

Al considerar a la fiesta de la vida como una fiesta abierta, Kobia también apuntó que habrá que evaluar la calidad de las relaciones en la comunidad, "examinar juntos lo que significa estar en comunión en el camino hacia una mayor unidad", e "interpelarnos unos a otros para que esa unidad sea más patente y más profunda".

En su exhortación final, Kobia expresó que "nuestras comunidades necesitan ser transformadas para vivir plenamente la diversidad de sus pueblos y culturas como reflejo de la creación e imagen de Dios en la humanidad. Ser iglesia hoy es ser comunidades de sanación, de reconciliación y reconciliadas".

Sitio web de la Asamblea:www.wcc-assembly.info