Pobreza y desigualdad, principales vías de contagio del VIH/SIDA

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"No podemos ver al sexo como el culpable. La pobreza y la desigualdad son las principales vías de contagio del VIH/SIDA", afirmó el reverendo Jape Heath, secretario general de la Red Africana de Líderes Religiosos Afectados o Viviendo con HIV/SIDA, durante la conferencia de prensa que tuvo lugar en la IX Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), en Porto Alegre.

Heath se refirió a los estigmas en torno a la enfermedad como un mal colateral. Explicó que su origen está en la base moral de la sociedad que cree que las personas enfermas son culpables de pecado, cuando el virus pasa por la pobreza mundial como máxima responsable. Según informó solo en África hay 25 millones de infectados.

Puntualizó que su organización busca la educación de las iglesias para que encaminen sus esfuerzos a implantar políticas de atención a las personas con SIDA y eliminen los mensajes negativos en torno al tema.

La doctora Sue Parry, coordinadora regional del CMI para las iniciativas en África del trabajo ecuménico HIV/SIDA, habló de las acciones que, en el tema, ha emprendido el CMI en toda la región africana, lo cual ha permitido la inserción de la iglesia en tema tan serio y urgente.

Mientras la señora Renu Chahil-Graf, coordinadora del programa ONUSIDA en Brasil, explicó que la presencia de la ONU en la Asamblea obedecía a la influencia de la iglesia en lo preventivo como en el acompañamiento a las personas enfermas. "De ahí que muchas organizaciones se unan al CMI en la búsqueda de mayor efectividad en su acción."

"Soy un seropositivo que llevo 15 años viviendo con el virus y mi vida es un ejemplo de que el SIDA se puede manejar con una actitud responsable", afirmó el reverendo ugandés Canon Gideon Bymugisha, quien agradeció la labor de acompañamiento del CMI a través de la implantación de sus programas en el África.

Por su parte, la boliviana Gracia Violeta Ross Quiroga, quien también es seropositiva, dijo ser testigo de cómo la gracia de Dios ha logrado transformar su tragedia personal en un signo de esperanza y de amor. "Y el mensaje que traigo a la Asamblea es que la iglesia tiene que ser más responsable porque la comunidad cristiana ha sido muy débil en manifestarse."

Afirmó que el tema había estado presente solo en los ámbitos marginales de atención de la Asamblea. "Las iglesias deben poner en práctica lo que están predicando con acciones concretas", apuntó.

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