19.02.06
Jugar a salvar la adolescencia
Más artículos y fotos gratuitas en
www.wcc-assembly.info
En 1988, un grupo de los llamados Sin Tierra formó el segundo cordón de pobreza de Buenos Aires, Argentina. Un matrimonio de estudiantes de teología decidió mudarse a convivir con los pobres y en su propia casa, hecha con materiales reciclables, instauraron una especie de centro comunitario al cual llamaron Casa San Pablo.
De esa manera la Iglesia Evangélica del Río de la Plata ponía una llamita en medio de la oscura pobreza del lugar, iniciando un trabajo con adolescentes de la barriada que, 18 años después, llega a la IX Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, en Porto Alegre, como una expresión de la Gracia de Dios mostrada en uno de los talles del Mutirão.
"La idea fue capacitar a los adolescentes, hacerlos seres humanos útiles. Pero, ¿cómo lograrlo? -explica Nicolás Rosenthal quien, desde hace cuatro años, trabaja en el proyecto-. Entonces se nos ocurrió la idea de conseguirlo a través de medios recreativos, de instruir divirtiendo y eso es lo que hemos hecho."
"Aquí están los frutos, en estos muchachos que realizan el taller -afirma-. Lo que comenzó como una labor de enfoque asistencialista ha llegado a ser un proyecto de promoción humana y evangelización integral que incluye una serie de acciones como una cocina para llevar alimentos a las casas, porque lo que queremos es que coman en familia; un taller de costura donde reparamos ropa de uso que se distribuye en la comunidad y hasta un programa para atender los derechos de la mujer."
La Iglesia Evangélica del Río de la Plata está integrada actualmente por 42 congregaciones y más de 250 lugares de reunión distribuidos en tres países: Paraguay, Uruguay y Argentina. Su proyecto Compartir el Anuncio del Evangelio con los Pobres, tiene como objetivo promover procesos de participación para desarrollar comunidades de fe autogestionadas, capaces de reflexionar sobre su situación y organizarse adecuadamente en la solución de los problemas comunes a partir de su esfuerzo solidario.
Entre juegos y risas los rostros de esos adolescentes rescatados para una vida integral y digna, mostraban que la capacidad transformadora de la Iglesia reside en el anónimo trabajo de muchas manos que creen, firmemente, en el carácter redentor del Evangelio de Jesús.
Sitio oficial de la Asamblea del CMI: www.wcc-assembly.info
Contacto en Porto Alegre: +55 / 51 8419.2169