19.02.06
En la búsqueda de unidad visible de las iglesias
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Una invitación a las iglesias a renovar su compromiso en busca de la unidad y a profundizar el diálogo fue presentada hoy en sesión plenaria ante la IX Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias, en Porto Alegre.
El documento titulado "Llamadas a ser una sola Iglesia" hace énfasis en la importancia de que las iglesias caminen juntan, aun estando en desacuerdo sobre cuestiones doctrinales. "El compartir honesto de los atributos comunes, las divergencias y las diferencias ayudará a todas las iglesias a perseguir las cosas que contribuyen a la paz y fortalecen la vida común".
En uno de sus párrafos expresa que "las iglesias no siempre han reconocido la responsabilidad que tienen unas respecto a las otras y no siempre han reconocido la necesidad de rendirse cuentas de su fe, su vida y su testimonio, así como la de articular los factores que las mantienen separadas".
El Dr. Jacob Kurien, de la Iglesia Ortodoxa de la India, uno de los cuatro expositores de distintas confesiones cristianas que dieron a conocer su parecer sobre el documento, dijo que hay que salir del estancamiento en el diálogo ecuménico hacia la unidad visible y buscar caminos alternativos, sanando heridas, logrando la confianza mutua y buscando frutos propios de la unidad visible.
El ecumenismo en la educación teológica, la consideración de los matrimonios mixtos como una bendición y una posibilidad de celebrar la unidad cristiana y la superación de las diferencias de género dentro de las iglesias fueron algunas de las prioridades señaladas por Dra Isabel Apawo Phiri, de la Iglesia Presbiteriana en Unidad de Africa del Sur.
Desde la Iglesia Católica Romana, se escuchó la opinión del sacerdote Jorge Scampini, OP, quien consideró que el documento expresa una concepción de la meta final del movimiento ecuménico, la unidad de la Iglesia.
Scampini también destacó que al adoptar este documento, esta Asamblea estaría estableciendo un nuevo hito en la historia del CMI como institución, llevando a las relaciones entre las iglesias miembros a una nueva etapa y realizando un servicio importante al movimiento ecuménico todo.
Por su parte, el Dr. Norberto Saracco, pentecostal de la Iglesia Evangélica Buena Nueva, de Argentina, también consideró que existe en la actualidad una cierta inercia ecuménica y que ya es hora de abrirse a un ecumenismo dinámico, dispuesto a un nuevo Pentecostés, que deje lugar a "una iglesia llena del Espíritu, que vea caer las barreras raciales, sexuales, económicas y eclesiales". "La unidad de la iglesia será el trabajo del Espíritu o no será", enfatizó.
En conferencia previa a la sesión, tres representantes de iglesias evangélicales y pentecostales coincidieron en su interés en mantener una relación activa con el Consejo Mundial de Iglesias y el movimiento ecuménico que el mismo representa. Pentecostales, ecuménicos y católicos "podríamos constituir un coloso espiritual", dijo el Apóstol Michael Ntumy, de la Iglesia de Pentecostés, de Gana, "si nos dejamos cubrir por el Espíritu Santo".
"Debemos estar juntos en el compromiso con la proclamación y la demostración del Evangelio. Coincidimos plenamente con el compromiso cristiano con los pobres", aseveró Geoff Tunnicliffe, secretario general de la Alianza Evangélica Mundial. "Si ignoramos al mundo, lo traicionamos; si ignoramos la palabra, no tenemos nada que brindar al mundo".
Luego de la sesión, en otra conferencia de prensa, el obispo Desmond Tutu enfatizó que "Dios tiene un sueño, un sueño simple: es tiempo que los hijos de Dios pertenezcan a una sola familia".
El arzobispo Anastasios, primado de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania, dijo que en este momento de globalización "es un deber, una necesidad, que las iglesias estén juntas. Sería un escándalo no estarlo". Agregó que "no debemos perder las metas y dejar que Dios tenga la iniciativa".
Enfatizó la naturaleza del CMI como el de "un foro para la gente" más que una institución. Sin el CMI, que ha sido tan importante para mí, no hubiera podido conocer ni apreciar a personas como el arzobispo Tutu o la obispo Kaessmann, afirmó, para concluir que el CMI es "un foro de amor y de esperanza".
En la mesa también participó la obispo Margot Kaessmann, de la Iglesia Evangélica Luterana de Hannover, quien dijo que existen tensiones en el movimiento ecuménico porque no podemos reconocernos como iglesias. "No siempre podemos obtener el consenso: es bueno disentir, tener controversias", dijo.
Manifestó que su iglesia está esperando resultados concretos de esta reunión y que es necesario encontrar formas de trabajar juntos para que la religión ayude a resolver los conflictos en el mundo.
Sitio oficial de la Asamblea del CMI: www.wcc-assembly.info
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