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20.10.05

IX Asamblea del CMI será un momento significativo en la historia de las iglesias latinoamericanas

 


Algunos de los participantes en el encuentro latinoamericano preparatorio para la IX Asamblea del CMI.


Federico Pagura, presidente del CMI por América Latina: Las iglesias deben responder a los desafíos contemporáneos en oración y esperanza.


Las iglesias brasileñas participan activamente en la "Campaña por el SI" en vistas del referéndum nacional del 23 de octubre próximo. El objetivo: prohibir el comercio de armas en el país. En la foto: Ervino Schmidt, secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas del Brasil, y Christina Takatsu Winnischofer, secretaria general de la Iglesia Episcopal Anglicana del Brasil.


En pequeños grupos, los participantes en el encuentro en Mendes compartieron momentos de estudio bíblico en la tradición de la lectio divina.

Con un llamado a "orar, apoyar y participar" en la IX Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) que tendrá lugar en Porto Alegre en febrero concluyó el encuentro preparatorio que representantes de iglesias y organismos ecuménicos de la región celebraron en Mendes, Brasil, del 16 al 18 de octubre.

La IX Asamblea del CMI "será, sin duda, un momento significativo en la historia de nuestro caminar en este continente", afirmaron en una carta a las iglesias de la región los alrededor de 60 participantes en el encuentro.

Por ese motivo la carta invita a las iglesias a "orar, apoyar y participar" en la Asamblea. Además, subraya especialmente la necesidad de "estimular y motivar la participación de la juventud", como una "contribución a la construcción de un nuevo movimiento ecuménico latinoamericano".

"La juventud está preparada y dispuesta a realizar su contribución", dijo hablando en nombre de los jóvenes el nicaragüense Ashley Hodgson, encargado para el Caribe de la pastoral juvenil del Consejo Latinoamericano de Iglesias.

"Cuando propusimos al Consejo realizar la IX Asamblea en Porto Alegre lo hicimos porque vemos allí un laboratorio de algo nuevo que se está gestando, un laboratorio de esperanza", dijo el obispo emérito Federico Pagura, presidente del CMI por América Latina.

"En Porto Alegre, la cuna del Foro Social Mundial, escucharemos el desafío que nos lanzan los movimientos sociales: Creen también ustedes que otro mundo es posible, que es necesario, urgente, indispensable?" La Asamblea será una oportunidad para "buscar la respuesta en oración y esperanza".

Los participantes en la reunión preparatoria reflexionaron acerca de la contribución de las iglesias de la región a la Asamblea.

"Hay mucho que podemos contribuir", afirmó Nélida Ritchie, obispo de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina. Por ejemplo "la necesidad ineludible de anclar la búsqueda de unidad cristiana en la búsqueda de justicia". O "el impulso a ampliar el espacio ecuménico más allá de quienes confiesan a Cristo".

Ritchie propuso "superar la corrección política y hablar desde el corazón, desde las vivencias de sufrimiento pero también de resistencia con dignidad" de las iglesias en la región. "No esperemos, como latinoamericanos, hacer un impacto en la Asamblea desde los números, porque no los tenemos, pero hagámoslo trabajando desde las hendijas", sugirió.

Los participantes recibieron información y debatieron acerca de la agenda y los procedimientos de la Asamblea, especialmente la novedad de la toma de decisiones por consenso. El pastor cubano presbiteriano Héctor Méndez, miembro del comité central del Consejo, destacó los beneficios que se esperan de la nueva metodología, y enfatizó que habiendo sido adoptada recientemente está aún en período de prueba.

Reunidos durante la semana previa al referéndum sobre la prohibición del comercio de armas en el Brasil, los participantes del encuentro preparatorio para la Asamblea del CMI manifestaron su decidido apoyo "a la campaña de las iglesias por el 'SI a la vida' y el 'no' a la comercialización de armas".

En su mensaje los participantes repasan las "preocupaciones, esperanzas y sueños" identificados en el encuentro. "Reconocemos", dicen, "nuestras fallas y limitacones como iglesias" frente a los grandes desafíos actuales. Y manifiestan estar abiertos a la "acción transformadora de Dios en nuestras vidas, en nuestras iglesias y en todo nuestro mundo".

Carta del encuentro a las iglesias de la región