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15.02.06

Llamado a una misión transformadora

 


"Tenemos el privilegio y la obligación de participar activamente en la transformación del mundo", dijo el Arzobispo Anastasios de Tirana y toda Albania en el sermón durante el Culto de Apertura de la IX Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias. En un clima de alabanza y gratitud a Dios, unas 4000 personas participaron de este culto cargado de simbolismo y espiritualidad que se celebró en la colorida carpa instalada en el predio de la Pontificia Univesidad Católica de Rio Grande do Sul con el fin de que allí se realicen los cultos diarios.  

"La gracia es un don único, que incluye a todos los demás dones. Se revela en todas las energías divinas", agregó el Arzobispo ortodoxo, quien durante su mensaje enfatizó la necesidad de que las iglesias y los fieles busquen a Dios contínuamente y participen de una "transformación progresiva por la gracia del Espíritu" como parte de un proceso de crecimiento diario,  arrepentimiento y purificación.

El arzobispo también consideró en su sermón que los cristianos no pueden actuar como una comunidad cerrada, "de los salvados", aislada de los acontecimientos. El compromiso con los pobres, el trabajo por la paz y la lucha por la justicia y por un mundo sin violencia, como también la preocupación por la destrucción ecológica y la explotación irracional de los recursos naturales de la tierra  deben ocupar un lugar prioritario en su agenda, como señal del amor divino.

"La misión de la Iglesia es revelar y poner de manifiesto el amor de Dios en el aquí y ahora, en cada momento y en cada lugar en que está y actúa. De esta manera, contribuye esencialmente a la transformación del mundo", enfatizó Anastasios de Tirana y toda Albania en los párrafos finales de su sermón. "Con la alegría del amor desinteresado, la alegría de la presencia perpetua del Cristo resucitado en el Espíritu Santo, la Iglesia penetra triunfante en el mundo".